El arte seduce mientras convence, en ese contacto íntimo con el hombre, que tiene tanto de revelación como de magia, para quien lo realiza y para quien lo disfruta. En ese camino de la creación plástica, por el que transito hace más de 40 años, descubrí, casi por accidente, el encanto del trabajo sobre cuero y no lo he abandonado desde entonces, porque constituye una experiencia estética que conjuga lo ancestral de un soporte, que ha acompañado al hombre desde su aparición en la Tierra, con la más contemporánea intención creadora. En mis obras coexisten las técnicas más tradicionales, que perviven en la memoria hacedora del artesano, con las surgidas de la experimentación reciente, en absoluta armonía, con ese lenguaje único, mediante el cual podemos entablar un excepcional diálogo con la piel.
Tradicionalmente el cuero ha servido para realizar objetos de utilidad en la vida cotidiana del hombre, y yo sigo esa tradición, pero también lo utilizo como un magnífico soporte para crear piezas conceptuales, que están dirigidas a la contemplación, la reflexión y el puro disfrute estético.
Mi taller es como un laboratorio, donde exploro, verifico y pongo en práctica técnicas, que empleo ya sea de modo exclusivo en una pieza, o combinadas, para lograr mayor expresión y versatilidad. Entre esas técnicas están el pirograbado, tafilado, modelado, calado y policromado. La selección de la técnica a aplicar, estará determinada por la concepción del diseño en función de lo que necesito comunicar.
El material esencial, o soporte es el cuero, curtido artesanal o industrialmente, que puede ser con curtientes vegetales o minerales, según lo requiera el trabajo a realizar.
Ahora sólo me resta invitarlos a disfrutar de mis obras.
Adela Hilda Figueroa Gutiérrez